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PAISAJE VS IMAGEN DE MARCA

Dice el Convenio Europeo del Paisaje en su preámbulo que el paisaje constituye un recurso favorable para la actividad económica y su protección, gestión y ordenación pueden contribuir a la creación de empleo (un hecho obvio pero no por ello siempre asumido).

Tratando de avanzar en el ¿cómo? lo primero que se me ocurre es la cuestión de la «imagen de marca» como el conjunto de comunicaciones que recibimos acerca de un producto o servicio y  que generan en nuestra mente su conocimiento, su recuerdo, y las sensaciones de atracción, rechazo o indiferencia.

Si lo que tratamos de vender es un bolígrafo, los que nos dedicamos al paisaje seguramente poco podemos aportar a su «imagen de marca», sin embargo pienso que nuestro campo de actuación es muy amplio y os pongo un ejemplo de un «producto» o «servicio» en el que creo que la participación del paisaje es indiscutible: El Camino de Santiago.

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Desconozco las cifras oficiales, no obstante tras cinco años haciéndolo desde distintos sitios, sigo comprobando que los únicos servicios existentes en caseríos y pequeños pueblos están enfocados a los peregrinos, al llegar a Santiago de Compostela y pasear por sus calles vemos que el 95% de los viandantes son turistas y el 90% de los comercios del casco antiguo se destinan a hoteles, tiendas de recuerdos, bares, cafeterías y restaurantes, se trata de un producto turístico que evidentemente funciona.

La motivación para hacer el camino puede ser religiosa, deportiva, cultural o simplemente un reto personal;  pero todas ellas comparten algo…. su paisaje… esa es la imagen por la que lo conocemos, lo recordamos y como norma general nos «engancha» y nos hace volver…. ¿No es eso una imagen de marca? ¿Cuántos peregrinos harían el camino si no existiesen los bosques de Lugo, las pistas de costeras del Camino del Norte, o los abruptos paisajes asturianos? ¿Cuántos turistas habría en Santiago si su casco antiguo no se hubiese conservado?.

Si lo que acabo de exponer es tan evidente me planteo las siguientes preguntas:

– ¿Por qué este hecho no es asumido y potenciado en general por Administraciones y empresarios?.

– ¿Por qué no se utiliza (salvo en ocasiones) el paisaje como herramienta?.

– ¿Por qué en un proceso de toma de decisiones no suele intervenir el paisaje?.

– ¿Por qué machacamos paisajes excepcionales con la excusa del progreso y la creación de empleo? ¿No estaba claro que el paisaje también puede crear riqueza?.

La no utilización del paisaje como recurso económico en base a la escasa calidad del mismo tampoco creo que sea razonable, simplemente se trata de dos caminos distintos, el que goza de paisajes excepcionales «simplemente» necesitará proteger y gestionar; mientras que el que tan sólo tenga paisajes banales o deteriorados requerirá la vía creativa, un camino más largo, pero a la vez más excitante y con mayores horizontes, el límite lo ponemos nosotros.