SELF-SERVICE TERRITORIAL. La Manga del Mar Menor

La semana pasada mi amigo Antonio empleaba el término Self-Service Territorial en uno de sus comentarios, ahora después de pasar unos días en la Manga del Mar Menor quiero compartir en este post un claro ejemplo de este concepto.

La Manga es sin duda lugar de visita obligada para todo estudioso del territorio, la ciudad, el urbanismo y el paisaje; un lugar que nos hace comprender lo bruto e ignorante que puede llegar a ser el hombre, un clarísimo ejemplo de cómo NO deben hacerse las cosas.

Captura

Para el que no la conozca, se trata de una estrecha franja de terreno de unos 22 Km que separa el Mar Mediterráneo del Mar Menor, un auténtico regalo de la naturaleza en el que atravesando 100 metros de arena fina y dunas podíamos bañarnos tanto en un Mar como en otro…. bueno de eso se trataba, hoy día se trata de un territorio totalmente ocupado (que no urbanizado por la dignidad del término) atravesado por un único vial sin salida (ya que milagrosamente el acceso norte no se ha materializado por sus valores ecológicos) a cuyos lados se localizan enormes bloques en altura, unos paralelos al mar formando pantallas y otros en perpendicular al mismo, da igual, como cada uno ha querido en función del parcelario resultante; junto a éstos zonas de viviendas unifamiliares (que en ocasiones entran literalmente en el Mar Menor) dispuestas en calles sin salida en las que cada propietario de parcela ejecuta su «trozo» de acera, con lo cual tenemos un gran muestrario de materiales y acabados y en algunos casos simplemente no se ejecuta. El recorrido peatonal a través del vial principal se convierte en una auténtica aventura ya que, siguiendo el concepto de self-service, cada urbanización ejecuta su trozo como estima conveniente, con lo cual una estrecha acera de repente se convierte en un aparcamiento de coches o en una caseta para guardar la basura, si vas en silla de ruedas o llevas un cochecito de bebé sencillamente es «misión imposible».

Siguiendo con el ejemplo de lo que NO debemos hacer, pasamos a ver el carril bici, o al menos así lo llaman, se trata de un espacio de aproximadamente 1.00 metro de ancho unido por una parte a la única zona peatonal posible y por el otro limitado por un afilado bordillo de unos 30 cm de alto (hacerlo de bordes redondeados hubiese sido mucho pedir) que nos separa del tráfico rodado y que resulta especialmente útil para abrirte la cabeza en caso de caída; si consigues no caerte y además esquivar a los numerosos peatones que invaden la zona y se cabrean cuando tocas el timbre para pasar, te das cuenta de otro problema del Self-Service, los aparcamientos públicos en superficie no aportan aparentemente beneficios directos con lo cual no los hacemos y los ciudadanos pasan a aparcar en el único sitio que queda libre, el del carril bici. A la vista de que resulta totalmente imposible circular con normalidad decidimos aventurarnos y rodar por la calzada junto a los coches, pero ahora llega un nuevo problema «los defensores de sus derechos», esos señores que entienden que el derecho a circular por la calzada es exclusivo de los vehículos a motor y te gritan y pitan porque con tu velocidad estás haciéndole perder  su preciado tiempo, teniendo un carril bici ¿por qué narices tengo que hacer el esfuerzo sobrehumano de poner el intermitente y adelantar?.

En materia de paisaje urbano, en determinado momento alguien decide unificar la imagen plantando palmeras, ¿de qué especie?… de la que sea, todas valen ¿no?, y llegamos a que tras aproximadamente 8 años sigo sin poder pisar la acera en determinadas zonas porque se trata de palmeras bajas y las afiladas puntas me llegan justo a la altura de los ojos.

Ya para nota llegamos al apartado de crear complejidad urbana, una mezcla que nos invite a ir a algún sitio, que nos ofrezca la opción de elegir, pero como digo eso sería para nota y no entra en el concepto de self-service, es demasiado complejo, mejor ponemos pequeños locales en las plantas bajas de las urbanizaciones, espacios interiores aptos tan sólo para comercios de consumo de primera necesidad, cada urbanización tendría su supermercado, su panadería, su bar y su tienda de golosinas y prensa, pero algo falla, no hemos puesto nada de nuestra parte para romper con la estacionalidad con lo cual esos negocios se deben mantener con los beneficios obtenidos durante los meses de julio y agosto, el resto del año no pueden abrir y por tanto cierran y caen uno tras otro.

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Llegado este punto y considerando inviable  demoler los 22 Km de edificaciones y empezar de nuevo, me planteo:

– Los dos mares siguen estando igual de cerca y podemos seguir disfrutándolos.

– El Mar Menor es un paraíso para los amantes de los deportes como el windsurf,  el piragüismo o la vela.

– Cabo de Palos (unido físicamente a la Manga) constituye unos de los mejores sitios de España para la práctica del buceo.

– Seguimos teniendo  22 Km de playa de arena blanca y fina y aguas cristalinas.

– Existe amplia oferta de puntos de amarre en la zona.

– Está localizada a menos de 30 minutos de la ciudad de Cartagena y su gran oferta turística cultural.

–   ¿No estamos ante lo que puede ser un producto turístico excepcional? ¿No existe esa potencialidad? ¿Realmente ese Self-Service ha hecho llegar a un punto de no retorno?

Las dinámicas que veo por parte de los agentes con capacidad de decisión es la dar por muerta La Manga, dejarla en «sálvese quien pueda», seguir predicando que el futuro de nuestra Región está en el turismo y buscar un nuevo emplazamiento excepcional para una nueva «actuación estrella». Cuando un project manager llega al final de un proyecto, concluye con el apartado de «lecciones aprendidas», esa información que nos ha aportado el proyecto, que nos ha enriquecido y que nos ha hecho más expertos en la materia…. ¿tan difícil resulta ver a nuestra clase política como Project Manager territoriales las lecciones aprendidas del Self-Service Territorial de la Manga?.

Si lo que buscamos es un producto estrella, un proyecto emblemático, un elemento diferenciador, tenemos una oportunidad excepcional, LA CUALIFICACIÓN DE LA MANGA DEL MAR MENOR; hemos visto que el potencial es enorme, la inversión es ridícula en comparación con el desarrollo de un nuevo producto desde cero, el coste medioambiental es nulo (partiendo de la situación actual) y fundamentalmente si lo que buscamos es una nueva imagen de marca que atraiga el turismo de calidad, ¿qué mejor marketing que el de un territorio que ha sido capaz de darle la vuelta a la tortilla?.

  1. Anónimo

    Estoy de acuedo en la falta de orden, principalmente por urbanismo, ayuntamiento de cartagena y de san javier. En principio, un sitio con tanta extensio deberia tener un propio ayuntamiento. Pero si es cierto y verdad que no toda la manga es asi, y te habla quien realmente la conoce, pues en tus palabras he de decir que denotas muy poco conocimiento de la zona. Por otra parte, difiero bastante de tus comentarios cuando te refieres a que la manga deberia ser de casitas bajas, una buena urbanizacion no se basa en casas bajas sino en una buena distribucion del territorio, de sus comunicaciones y de la sintonia en la estetica de los edificios. En verdad es cierto que existen en la parte antigua edificios horrorosos, pero los diseñaron arquitectos y puede que en aquella epoca fuese lo ultimo, o eso o es qeu uno puede ser arquitecto y tener un gusto pesimo, en este caso es cuando el ayuntamiento debe poner orden a traves de su control. Y por ultimo decirte que desde junio hasta septiembre en toda la manga del mar menor no hay ni una sola plaza de ocupacion libre, si tan feo es, porque ocurre eso¿?. Ya por ultimo decirte que existen varias vias de actuacion: Se pretende la via de la unificacion politica a traves de uno solo ayuntamiento para la zona, crear un paseo maritimo a todo lo largo de la manga, pues actualmente no lo hay, este año se han rehabilitado muchisimos edificios antiguos de la zona, se ha creado una comunidad de vecinos que mira por el respeto a las playas… . Y ya por ultimo, cuando fui la semana pasada a la playa, no la manga un paraje declaraado natural, donde no hay edificios llamado calblanke, me tire media hora quitando porqueria de toda la gentuza que viene de fuera a la manga, esa gente si es penosa, no los murcianos que cogemos nuestros desechos y los tiramos a la basura !!!!

    • Juan de Dios Moreno Moñino

      Te aclaro algunas cosas porque veo que bien no he sabido explicarlas o bien no has sabido interpretarlas:
      – Respecto a lo del Ayuntamiento propio es una posible solución entre otras, pero no la única, el ejemplo lo tienes en los Planes de Ordenación Territoriales que abarcan un ámbito superior al municipal.
      – Respecto a que denoto poco conocimiento de la zona, lo siento pero es el que he podido adquirir después de 37 veranos y muchas navidades, semanas santas, etc… de hecho ahora vivo allí, pero en fin.
      – Respecto a lo de las «casitas bajas» ¿dónde se cita en mi post que deba ser así?.
      – Respecto a los edificios que llamas horrorosos, no he entrado en ese terreno, como puedes ver al principio hablo de territorio, ciudad, planificación y paisaje, no de estilos arquitectónicos.
      – Respecto a lo de los niveles de ocupación (que tampoco estoy de acuerdo con tu apreciación por lo que he visto esta misma semana, terrazas vacías, sitio para aparcar, negocios que no han llegado a abrir, etc…) siguen siendo altos por lo que expongo al final de la entrada (no se si has llegado), la Manga sigue teniendo maravillas de las que disfrutar a pesar del desastre.

      Un saludo.

      PDT: No es Calblanke, es Calblanque, aunque lo digo desde mi desconocimiento de la zona claro.

  2. Luis Alfonso

    Hola a ambos y a todos los demás.
    No puedo decirte que estoy de acuerdo contigo, Antonio, porque es obvio para cualquiera. Anónimo, no estoy de acuerdo contigo, por la sencilla razón que, para expresar hay que comprometerse, y por razones también obvias, caes en lo mismo que criticas.
    Para lo demás, en fin, voy a decir algo que todos sabemos. Pero insistiré.
    El problema ha empezado cuando nos hemos dejado embaucar por una colección de demagogos golfos. Si, ya sabéis. Los castas.
    Los castas políticos, los castas jueces, los castas bancarios y banqueros …., en fin, todo aquel que prueba la idea de tener poder y le gusta, mas que para trabajar, para conseguir ventajas sobre el resto. Solo con pensar que uno puede influir sobre el resto, le pone.
    Me explico: el inútil o incapaz que le gusta poder manipular y se dedica a la política de partido, que hoy inunda todo, y ocupa puestos de poder para ello, por lo cual paga un precio al grupo que se lo permite, que terminamos pagando los de apie, los pobres despreciados por los «castas».
    Te suena? el concejal, el alcalde…. el presidente de Diputación, en fin. Se ha movido dinero, mal administrado, con la equivocada conciencia que el poder otorga capacidad, cuando es al revés. Y ahí están los resultados.
    Hacia falta control, disciplina pero no de partido, y orden. Y, por demás, valorar el esfuerzo como única vía.
    y, en ese orden de cosas, los arquitectos, nos hemos dejado comer. Ahora, los resultados están a la vista.
    La única solución, a mi pequeño entender, consiste en volver a las clases. A aprender de los que saben, a rechazar a los que agrupan sin criterio (o mas bien el propio) a unirse con los que piensan parecido y contrastar los que no, pero lo expresan, concluyendo en ideas debatibles.
    Los arquitectos, dejemos de ser una casta, para convertirnos en una clase. Reducida, en proceso de reducción, la selección es buena. Es verdad que todo el mundo tiene que comer, pero no de lo mismo ni del mismo plato. Probemos a debatir sobre el modelo social, y después, con los conocimientos que da la escuela ( la Escuela, la clase, el tiempo y los maestros) saquemos conclusiones. Somos muchos y algunos nos quedaremos en el camino. Pero de ahí partirán nuevos caminos. No es importante saber donde, sino descubrirlo a pasos pequeños. Y, ya que todos tenemos Ipad, tele de plasma y coche bonito, aprendamos a leer, a escribir y a conocer nuevas experiencias. Las leyes excluyen, los criterios unen. Las normas, matan la inteligencia.
    Y, poco mas. No me considero capaz de enseñar, solo de mostrar lo que tengo. Y que cada uno, comparta lo que pueda.
    Si sabe, claro.

  3. Waldo

    Para Anónimo, con todo respeto y con la intención de que esté informado. He trabajado en el tema de residuos marinos en varios países por 20 años. No logro entender de donde sacas eso de que «los murcianos recogemos nuestros desechos y los tiramos a la basura». Los datos obtenidos en España muestran que Murcia es la región del país donde menos conciencia hay sobre este problema.

  4. Antonio Clemente

    Querido amigo Juande: ¿Desde cuando se admiten opiniones anónimas en tus post? Esto no es para los comentaristas indocumentados de las noticias de los periódicos digitales, que se esconden en su anonimato para decir jilipolleces, este pretende ser un debate inteligente sobre problemas que nos preocupan a algunos, seamos o no arquitectos. Aquí exponemos nuestras opiniones dando la cara, dado que no tenemos miedo a que nos la partan, y las confrontamos con otras de las que seguro nos aportarán visiones enriquecedoras de nuestra realidad percibida.

    Te aconsejo que no pierdas ni un minuto en contestar a un indocumentado y pasemos a lo que importa: la ciudad que estamos condenados a habitar.

    Una vez más estoy de acuerdo contigo: La Manga tiene solución, así como la Huerta y otros territorios vapuleados, es necesario proclamarlo a los cuatro vientos, para que se enteren los agoreros inmovilistas, los reyes del no hacer, los que todo lo justifican con tal de no mover un dedo. Pero las soluciones que afectan al territorio siempre son complejas, habrá que proponerlas después de realizar análisis rigurosos y metodológicos que nos den una visión lo más cercana posible a la realidad, con conocimiento e inteligencia. El problema es que hay que ponerse a trabajar ¿quien se remanga la camisa?

  5. IESO

    Hace unos años llevamos a cabo una incursión en aquellas tierras con la intención de dilucidar la sostenibilidad de la zona, os dejamos aquí los resultados: https://vimeo.com/2331196#at=0
    Esperamos aportar una nueva perspectiva a este debate, con una mirada desenfadada propia de los no oriundos.
    Un cordial saludo desde el Instituto para el Eurodesarrollo de la Sostenibilidad.

    • Juan de Dios Moreno Moñino

      Siempre es enriquecedor conocer la sensación percibida por el oriundo y el tono desenfadado también puede ser relajante; no obstante, para no confundir o al menos justificar claramente, echo de menos en el vídeo un mayor rigor científico; lo digo por los comentarios sobre los campos de golf, un desarrollo que no comparto por el modelo territorial, pero el argumento que siempre escucho es el del agua ¿habéis constatado el origen de la misma? ¿sabéis si procede de reciclaje de aguas grises del propio complejo? ¿consume más o menos agua que una plantación agrícola? ¿es más o menos sostenible que una plantación filtrando nitratos año tras año al subsuelo?, posiblemente si lo hayáis hecho, pero en el vídeo no lo aprecio y si nuestro objetivo fundamental es la búsqueda de soluciones (porque sólo denunciando como mucho frenamos pero no avanzamos) debemos tapar todo ese tipo de dudas.
      Un saludo y gracias por comentar.

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