¿Cómo mostrar el paisaje a una persona ciega?
En un pequeño documental titulado «Los colores de las flores» editado por la ONCE, vemos como un niño ciego, a la pregunta de su maestra sobre los colores de las flores responde: «…. las flores son de color pajarito…».
Traslademos esta situación a nuestro entorno de trabajo ¿cómo explicarle a un invidente de nacimiento, sin recuerdos visuales, cómo es un paisaje?.
Recorriendo cualquier zona de España es frecuente encontrar centros de interpretación del paisaje, paneles explicativos y numerosas publicaciones respecto a lugares excepcionales (algunos de ellos utilizando braille); estos elementos existen porque se trata de un bien común y como tal se «comparte» y explica en beneficio de la sociedad. ¿Por qué limitarlo a la sociedad vidente? ¿Qué ocurre si en sus explicaciones eliminamos toda referencia a colores? ¿Podríamos explicarlo?.
Estoy convencido de que sí; pero como punto de partida debemos asumir que la imagen, si bien es uno de los integrantes fundamentales del paisaje, ni es el único, ni es imprescindible.
Un territorio (natural o humanizado, excepcional o deteriorado) emite información que nosotros procesamos subjetivamente dando como resultado sensaciones que pueden ser positivas, negativas o simplemente banales; ahora bien ¿toda la información nos llega por la vista? Evidentemente no; el oído y el olfato intervienen claramente en nuestra forma de identificar y de asociar, mientras que el gusto y el tacto pueden intervenir en menor medida, pero son potencialmente una herramienta excepcional para dar respuesta a la pregunta que titula este post.
La contestación del niño del documental deja claro lo que comento; no ve, pero no por eso deja de crear una interpretación de la realidad como cualquier persona ciega o no; y esa interpretación le transmite una sensación, asocia flores con pájaros (para él lo natural, lo bonito, lo relajante).
El ejemplo claro lo tenemos en cómo describir un campo de hierba recién cortada; suave, fresco, limpio, su característico olor, muchas partes pequeñas (los tallos) moviéndose a la vez con el viento … (todavía no he dicho verde pero creo que ya se podría transmitir la idea). Ahora exijámonos algo más, describamos un paisaje desértico, una playa, una montaña y por qué no, una ciudad; ¿podemos describir sin dibujar, conceptos como equilibrio, escala, contraste, proporción, continuidad, unicidad o variedad?.
Tengo claro que sí, pero sobretodo estoy convencido de que merece la pena intentarlo; un sólo ciego que pudiese disfrutar de las sensaciones que nuestra vista nos aporta cotidianamente justificaría todo nuestro tiempo y dedicación; pero es más, en el camino de la búsqueda de esos «elementos fundamentales del paisaje» nos daremos cuenta de que cuando centramos nuestra atención exclusivamente en la imagen, realmente estamos infravalorando sentidos que pueden tener igual o mayor peso que el derivado de la vista en el resultado final (la sensación); a modo de ejemplo imagina estar en una playa sin el tacto de la arena en tus pies, el frescor de la brisa en tu cara o el olor del mar impregnándolo todo ¿qué sensación te transmitiría? ¿Sería totalmente distinta verdad? ¿Por qué entonces no hablar de olfato, tacto, gusto y oído en nuestras intervenciones?.
Muy buen artículo. Me gustó mucho. Es importante transmitir esta idea y desmitificar la vista como elemento predominante en los paisajes, sin menospreciarla claro está. Echo en falta en tu artículo una alusión a los elementos culturales como factores intangibles del paisaje: una obra literaria referida a un lugar concreto, una película, cómo sienten en el imaginario colectivo de habitantes y visitantes un paisaje en concreto, todo eso también es paisaje.
Muchas gracias por tu comentario; efectivamente los intangibles que bien apuntas no sólo forman parte del paisaje sino que además pueden ser una excelente vía para dar a conocer los paisajes a aquellas personas que no pueden verlo.
Un saludo, sigamos trabajando el tema.
Me encantó el artículo.
Lo encontré cuando trataba de audio describir un paisaje de un documental
…y me emocionó el «color pajarito»
Tenemos tanto que aprender.
Muchas gracias.
Me gusta mucho el artículo, quizá deberían los propios ciegos de nacimiento enseñarnos cómo disfrutan ellos del paisaje, cuales son sus percepciones y enseñarnos como mostrárselo a otros invidentes…
Sería una buena idea Natalia, desde luego nadie mejor que ellos; de todas formas aprovecho para compartir este vídeo que he encontrado del Cabildo de Tenerife, bajo mi punto de vista un gran trabajo.
http://www.paisajetenerife.es/presentacion-multimedia/paisajes-para-sentir