CAMPO-CIUDAD EL PROBLEMA DE LA MASA CRÍTICA
En España llevamos décadas buscando soluciones para el mantenimiento de población en el medio rural; planes, programas y acciones piloto que en la inmensa mayoría de los casos no alcanzan su objetivo, la despoblación de los pequeños núcleos sigue avanzando sin que se consiga poner freno al proceso.
Resulta evidente que la población residente en el campo debe tener acceso a los mismos servicios que la que habita las ciudades, su ausencia unida a la dureza, dedicación y sacrificio que exige la agricultura y ganadería hacen casi inconcebible el relevo generacional frente a la opción del traslado a la ciudad. La mecanización puede suavizar y modernizar el trabajo, pero llegamos al punto clave, «los servicios»; la implantación de infraestructuras requiere una masa crítica de usuarios que la amorticen, pero dicha «cantidad de habitantes» no existe porque no hay infraestructuras, el círculo se cierra y no llegamos a solución alguna.
Bajo mi punto de vista creo que el fallo se encuentra en las hipótesis de partida; me hago las siguientes preguntas ¿Necesita lo mismo el habitante de la ciudad y el del campo? ¿Por qué estamos intentando crear servicios diseñados para implantarse en un entorno urbano de la misma forma que en una ubicación que no lo es? Un nivel satisfactorio de calidad de vida ¿se obtiene de la misma forma en todos sitios?.
Creo que ha llegado el momento de replantear desde origen, analizar necesidades reales, diseñar nuevos sistemas, buscar nuevas formas de satisfacción y abrir de una vez el círculo cerrado.